El agua es un
componente esencial de todos los tejidos corporales. Como solvente, pone a disposición
muchos solutos para el funcionamiento celular y es el medio necesario para
todas las reacciones. Así mismo participa como sustrato en las reacciones metabólicas
y como un componente estructural que confiere forma a las células.
El agua es esencial para los procesos fisiológicos
de la digestión, la absorción y la excreción.
Desempeña un papel fundamental en la estructura y el funcionamiento del
sistema circulatorio y hace las veces de
un medio de transporte para nutrimentos
y para todas las sustancias corporales.
El agua mantiene la constancia física
y química de los líquidos intracelulares y extracelulares, desempeña un papel
directo en el mantenimiento de la temperatura corporal.